Thursday, May 19, 2011

Suicidio y estadísticas. Un poco en broma, un poco en serio.

Uno, como investigador, necesariamente debe recurrir a las estadísticas oficiales para analizar cualquier hecho concreto de la realidad de cualquier institución o estado. En el caso venezolano el asunto es una aventura completa. Primero, las cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) están actualizadas al 2008. Luego… honestamente es poco lo que se puede creer de los números revolucionarios.



Revisaba Yo las cifras de suicidio en el mundo, según el Banco Mundial. En marzo del 2010 se afirmaba que, cada cuarenta segundos ocurre un suicidio en algún lugar del planeta. Las tasas de suicidio se miden por cada mil habitantes y las más altas se presentan en naciones que alguna vez pertenecieron al bloque soviético (39-35), aunque suela hacerse especial referencia a la tasa de suicidios de Japón (24). En América Latina la gente se suicida menos, pero se suicida. En Cuba, con todo y su mar de felicidad, la tasa es de 16 suicidas por cada 100 mil cubanos, cifra que no recoge a los que tratan de llegar a Miami en balsas y mueren en el intento. Chile, para el año 2005, tuvo una tasa de 10; Argentina 8; Puerto Rico 7,6, y así vamos bajando hasta llegar a un país feliz llamado Venezuela, donde la tasa de suicidios fue, en el año 2005, 3,75. Es decir, de cada cien mil venezolanos, casi cuatro se quitaron la vida por diferentes razones.



A modo de observación cizañera, no está de más decir que con las cifras actuales del INE la tasa de suicidios para el 2005 hubiese sido 3,44. Y basándonos en esas cifras, hagámonos la pregunta ¿por qué se suicidaron esos compatriotas? ¿por qué? Según el INE, de los 915 venezolanos que se quitaron la vida, 168 lo hicieron por un “Disgusto familiar”. Así es. En Venezuela un disgusto familiar está entre las principales causas de suicidio y, vale la pena mencionar, han bajado el número de decesos por esa causa, ya que en el año 2000 y 2002 fueron 208 y 212, respectivamente, los venezolanos que agarraron una arrechera con un familiar (seguramente el tío chavista que decía en las reuniones familiares “que le den plomo a esos oligarcas que fueron a marchar) y decidieron quitarse la vida antes de asfixiar al elemento en cuestión y pasar unos cuantos años en la cárcel. En el 2005 hubo menos disputas familiares que acabaron en inmolación, según las estadísticas oficiales.



La segunda causa de suicidios en Venezuela, y seguimos en el 2005, fue “Depresión nerviosa”. En total, 163 personas, diez menos que el año anterior, cuando perdimos el referéndum… trece menos que el fatídico año 2002.



Le sigue, como causante del suicidio, “Amor contrariado” con 125. El año que tuvo más suicidios por esta razón fue 2001 (175) y 2000 (166). Años en los que, quizá, la gente empezó a darse cuenta de que su amorcito era chavista y no pudo con semejante realidad.



Una de las causas que más aparece en las estadísticas mundiales de suicidio son las dificultades económicas, pero no en Venezuela. Curiosamente, y a pesar de las expropiaciones, la falta de empleo y los despidos televisados de PDVSA, en Venezuela sólo se suicidaron 29 personas en el 2005 y, la cifra más elevada (68) se presentó en el año 2000. Tampoco la pobreza extrema es causa importante de suicidio, pues sólo tres personas se quitaron la vida en el 2005 por esa razón y el máximo (12) fue en el año 2001.



Mientras en casi todo el mundo el suicidio se ha convertido en un tema de preocupación nacional, en Venezuela las cifras han bajado significativamente, a pesar de la crisis política, económica, social, moral, espiritual y, en general, todas las crisis imaginables.



El último año del que se tienen registros de población oficiales es el 2007. Con un total de habitantes de 27.483.208 y un total de 622 suicidios, la tasa ha bajado significativamente a 2,26. Como causantes, la depresión nerviosa pasó a un primer lugar (127) y los disgustos familiares bajaron un peldaño (113). Los amores contrariados siguen estando en tercer lugar (91) y los suicidios por causas económicas, que ya eran bajos, se redujeron aún más; 21 por dificultad económica y cero por pobreza extrema. Ergo, ya los pobres no se suicidan, se mueren de hambre.



En los Estados donde se presentan mayores cantidades de suicidios, para el año 2008, son Zulia (125) y Carabobo (78). Y, otro dato curioso, los solteros se suicidan más… incluso más que los casados, los divorciados y los viudos juntos.



Los hombres se suicidan más que las mujeres, mucho más. No obstante, a nivel mundial, las mujeres suelen tener más intentos, sin éxito, de quitarse la vida. Se dice que las mujeres hacen la finta del suicidio para llamar la atención sobre sus problemas del círculo social más cercano, familiares y amigos. Los hombres no se andan con histrionismo y van a lo que van, se pegan un tiro, se lanzan por un balcón y concretan su tarea. Las mujeres suelen embutirse un puñado de analgésicos u otras drogas o cortarse las venas, para morir más presentables y verse lo mejor posible en el velorio… si es que no las encuentra algún pariente o amigo que frustre la muerte premeditada.



Yo, en lo personal, no me creo las cifras de suicidio en Venezuela. Tal vez las cosas en mi país no estén tan mal como en el resto del mundo y los venezolanos aprecian tanto la vida que serían inimaginables cifras alcistas en la tasa de suicidios. O tal vez en Venezuela la gente prefiere matarse bebiendo hasta la cirrosis y manejando la Autopista d Prados del Este en plena pea o resistiéndose a un atraco o en la sala de espera de un hospital… quién sabe. Lo que sí se sabe es que en la página web del INE no hay cifras de defunciones por homicidios y las cifras de delitos registrados apenas está actualizada hasta el 2003.



De esta manera, analizar a la sociedad venezolana siempre será un ejercicio de especulación intelectual, porque Venezuela es un país que carece de cifras que permitan intuir cuál es la realidad presente e inferir cuál es la situación por venir. La política de desinformación es una herramienta que el Gobierno está usando para poder desvirtuar cualquier análisis serio que se pretenda hacer del país, porque cualquier análisis serio costaría una fortuna en el sólo levantamiento de la información estadística.



Ingenuamente espero que hayan instituciones privadas que se aboquen a la tarea de recoger, sistematizar y publicar las cifras que el Gobierno no quiere que los venezolanos y el mundo sepan.



Adriana Pedroza

1 comment:

Daniel Nazoa said...

Personalmente creo que en Venezuela hay menos suicidios porque nadie quiere perderse el final en otras palabras, cómo coño va a terminar este desastre...