Tuesday, May 06, 2008

¿Haciendo el amor?

Viernes en la noche. Después de tomar vino durante toda la tarde, después de dos habanos y varias copas más de tinto, escucho a esta chica diciendo “yo nunca he tenido sexo por sexo, siempre he hecho el amor”. Y lo decía con orgullo a sus seguramente más de treinta años, como con un extraño aire de superioridad moral, como si en verdad creyera que eso es lo máximo. Me dio tristeza.
Si algo he aprendido de escuchar las historias de los demás, es que incluso estando enamorado, es rico tener sexo por sexo, la tiradita, seguir el instinto animal. No importa cuántos años de matrimonio tengan encima, y mientras más años tengan, parece ser más rica la tiradita que “hacer el amor”.
Lo triste del asunto es que las mujeres tienen metido en la cabeza que para poder tener contacto sexual deben estar enamoradas. Ergo, una dama no echa un polvo, hace el amor. Las putas son las que “se dejan coger” sin sentimientos de por medio. Claro está que después de que se termina la relación con el hombre del cual están enamoradas, tienen que encontrar a otro de quién enamorarse, otro a quién cargar con toda la lujuria que llevan acumulada por meses y disfrazarla de amor.
Es común, entonces, encontrarse con amigas que siempre están conociendo a alguien que es distinto, que las hace sentir como nunca nadie las había hecho sentir, que están seguras que el tipo es especial, que las hace reír, que de verdad les para bolas, que tiene algo que el imbécil que las dejó no tenía. Luego, están enamoradas. Ya pueden “hacer el amor”.
Las mujeres viven tratando de justificar sus “pecados” con un enamoramiento inventado. Como a nadie le gusta estar solo y el contacto físico es tan necesario, llenan de virtudes a cada monigote que conocen y que aparentemente llena sus expectativas para enamorarse de él. Después viene el drama, otro de los conceptos fundamentales en las relaciones femeninas y que durante años se ha convertido en uno de los tantos paradigmas de las relaciones, porque el sufrimiento es convertido en medida del amor. “Si logramos superar esto nadie podrá separarnos”.
Como mujeres tenemos el reto de evaluar los paradigmas sociales con los que hemos sido formadas. Algunos son buenos, otros no. Pero la olla de presión en la que se ha convertido el ser de la mujer moderna, hace necesario replantear las necesidades reales y los medios para satisfacerlas. El sexo casual no es condenatorio, el sexo no tiene que estar ligado con el amor y el amor necesita al sexo para mantenerse caliente. Así que chicas, dejen de buscar la medida correcta para ver cuándo pueden acostarse con ese tipo que les da tanta nota, háganlo y listo. Si después de eso no las vuelven a llamar, alégrense, se salvaron de tener una relación imaginaria con un cavernícola que estaban vistiendo de príncipe. Y recuerden, quien coge no es el hombre ¡es la mujer!

3 comments:

Autor said...

Que valiente ... jajaja. ¿Donde consigo sus libros?

Adriana Pedroza said...

Los dos primeros, es decir "Sí papi/ No me jodas. Conductas extremas de la mujer venezolana" y "Sí mami/ Sí te jodo", la novela sobre el hombre venezolano, están agotados. El tercero "El venezolano feo" está en todas las librerías del país.

Autor said...

Gracias por responderme. Que lamentable saber eso. Pero al mismo tiempo es bueno leerte por medio de tu blog, asi me llovizno de tu elocuencia.